Para esta ocasión volvimos a ser románticas. Hubo una petición cuándo nos encargaron este centro, que los colores crudo y dorado fueran los protagonistas.
Los brillos no están reñidos con la naturalidad, sólo es cuestión de combinar verdes con cortezas, piñas, musgo y la flor de algodón. El resultado un centro navideño, natural y elegante.