Hay flores que se le llama nerviosas, por su textura y disposición en la naturaleza. Otras son tranquilas, su flor es compacta con formas redondas, sin aristas y nos aportan sosiego a la hora de contemplarlas. El equilibrio entre ambas nos proporciona un arreglo floral armonioso.
Todas las flores tienen su personalidad y cuando las ponemos en una composición intentamos que haya un diálogo entre ellas. De esta forma se complementan y hacen que cuando las contemplas puedas disfrutar de su intensa belleza.